Reed Hastings, el fundador de Netflix, está siendo investigado por una declaración hecha en Facebook hace algunos meses.
Un simple mensaje, de apenas 43 palabras, felicitando a sus empleados por haber logrado servir mil millones de horas de video durante el mes de junio, bastó para que la SEC –U.S. Securities and Exchange Commission, la comisión que supervisa a las empresas que cotizan en la bolsa—iniciara acciones contra Netflix y su fundador. La SEC solo permite que la información correspondiente al rendimiento de las empresas que cotizan en bolsa sea liberada en igualdad de condiciones para todos los accionistas.
Se trata de tiempos movidos para la empresa que distribuye videos –en formato digital o en DVDs—que ha sufrido una toma accionaria reciente por uno de los accionistas, que logró hacerse con el 10% de la empresa.
Pero lo más curioso no es que la SEC reclame el comportamiento, sino que dicha regulación estaba pensada para una época de liberación de noticias, mediante notas de prensa y conferencias públicas. Pero esta acción demuestra que las redes sociales –como herramienta de difusión de contenidos—están siendo tomadas en cuenta cada vez más.
La felicitación de Hastings a sus empleados, realizada frente a sus 200.000 seguidores, fue considerada por la SEC como una difusión no igualitaria de contenido relevante, lo que pone la lupa en las comunicaciones corporativas a través de SocialMedia, algo en lo que hemos insistido reiteradamente desde este espacio.
Valga este ejemplo como una llamada de atención a los responsables de comunicación, que tienen la obligación de normar, supervisar y facilitar, TODAS las manifestaciones de la empresa –y sus empleados, especialmente sus ejecutivos, en las redes sociales.
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